Distribució de mercuri en l'atmosfera en quatre escenaris diferents. / CSIC.
Un estudio internacional en el que participa el Instituto de Química Física Rocasolano
(IQRF) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto de
Ciencia Molecular (ICMOL), centro de investigación de la Universitat de València, ha
identificado la fotorreducción de mercurio oxidado como la principal vía para disminuir
la presencia de mercurio oxidado en la atmósfera. El nuevo proceso de fotólisis solar
reduce el mercurio oxidado a mercurio elemental, dando lugar a un incremento
importante del tiempo de vida de este metal en nuestra atmósfera y, por tanto, un
aumento en las distancias que puede alcanzar desde los puntos de origen.
El mercurio procedente de actividades industriales, medioambientales y mineras se
acumula durante un largo tiempo en nuestra atmósfera en forma de gas de átomos de
mercurio elemental. En esta forma puede vivir hasta un año. Pero una vez en la
atmósfera, en presencia de moléculas muy reactivas, se convierte en compuestos de
mercurio oxidado y estos nuevos compuestos, de gran toxicidad y poder
contaminante, son más solubles con la lluvia y se depositan de nuevo sobre la
superficie terrestre con las precipitaciones. Debido a que puede alcanzar lugares muy
alejados de aquellos donde se emitió se considera un “contaminante global”.
El trabajo, titulado Photoreduction of gaseous oxidized mercury changes global
atmospheric mercury speciation, transport and deposition y que ha sido publicado en
la revista Nature Communications, plantea una nueva opción para destruir este metal
en la atmósfera y aportar cambios en su ciclo de vida en los ecosistemas terrestres y
marinos. Las reacciones químicas de oxidación y reducción de mercurio en la
atmósfera son cruciales para entender los procesos de dispersión y deposición de este
metal.
Tal y como indica Alfonso Saiz-López, investigador del CSIC en el Instituto de Química
Física Rocasolano, “como explicamos en este estudio, los compuestos de mercurio
oxidado que se forman en la atmósfera también se pueden destruir en presencia de
radiación solar (fotólisis), volviendo a generar mercurio elemental y alargando la
presencia del metal en el aire. Hasta el momento no se había considerado este proceso
de fotólisis como una opción para destruir este metal”.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de científicos ha utilizado métodos
avanzados de química teórica, experimentos de fotólisis de laboratorio, así como
complejos métodos de modelado numérico de química atmosférica, que han ayudado
a determinar cómo afectan las nuevas reacciones fotoquímicas a la distribución del
mercurio en nuestro planeta.
A. Saiz-Lopez, S. P. Sitkiewicz, D. Roca-Sanjuán, J. M. Oliva-Enrich, J. Z. Dávalos, R. Notario,
M. Jiskra, Y. Xu, F. Wang, C. P. Thackray, E. M. Sunderland, D. J. Jacob, O. Travnikov, C. A.
Cuevas, A. Ulises Acuña, D. Rivero, J. M.C. Plane, D. E. Kinnison y J. E. Sonke.
Photoreduction of gaseous oxidized mercury changes global atmospheric mercury
speciation, transport and deposition. Nature Communications. DOI: 10.1038/s41467-018-
07075-3

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