Un equipo multidisciplinar de tres centros de investigación de la Comunidad
Valenciana trabaja en un proyecto del Centro de Investigación Biomédica en Red de
Enfermedades Raras (CIBERER) para encontrar nuevas estrategias de terapia contra la
enfermedad de Huntington (EH). Los investigadores del Instituto de Investigación
Sanitaria La Fe (IISLaFe), el Incliva y el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV),
centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC),
emplearán anticuerpos de camélidos, la familia de mamíferos a la que pertenecen los
camellos, los dromedarios y las llamas, entre otros, para dirigir dominios de proteínas
marcadoras hacia la huntingtina mutante, la molécula responsable de la
neurodegeneración en los pacientes de la EH, para su destrucción y, por lo tanto, la
desaparición de la toxicidad que provoca la degeneración neurológica.
El equipo está coordinado por el doctor Rafael Vázquez, del Instituto de Investigación
Sanitaria La Fe-CIBERER, la doctora Pilar González, del Incliva-CIBERER, y el doctor José
Luis Llácer, del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV, CSIC-CIBERER), como
investigadores principales. Este proyecto se desarrolla con una ayuda de la
Convocatoria de Acciones Cooperativas y Complementarias Intramurales (ACCI) del
CIBERER, con una dotación de 50.000 euros.
Prueba de concepto con terapia génica
Durante año y medio, el equipo investigador llevará a cabo una prueba de concepto
muy disruptiva para validar una estrategia de terapia génica con nanoanticuerpos
como terapia contra la enfermedad de Huntington.
La enfermedad de Huntington es una enfermedad hereditaria neurodegenerativa que
se caracteriza por los movimientos involuntarios de las extremidades, alteraciones
psiquiátricas y demencia. Es una enfermedad minoritaria que afecta a alrededor de 1
de cada 10.000 personas en la Comunidad Valenciana y no tiene cura. El gen de la
huntingtina es una proteína cuya función no está completamente resuelta, pero es
esencial para la vida. Sin embargo, cuando la huntingtina está mutada adquiere
propiedades tóxicas que hacen que las neuronas del córtex y el núcleo estriado del
cerebro de los pacientes de la EH no funcionen bien, y eventualmente degeneren.
El objetivo del equipo investigador es sintetizar nanoanticuerpos contra la huntingtina
mutante, a los que les acoplarán dominios de proteínas que marcarán esta molécula
tóxica para su destrucción y, por lo tanto, la desaparición de la toxicidad que provoca
la degeneración neurológica.
Los nanoanticuerpos o nanobodies son un tipo de anticuerpos derivados de los
camélidos, mucho más pequeños que los anticuerpos habituales y con eficacia
suficiente para detectar un antígeno. Por su parte, los antígenos son pequeños
fragmentos de una molécula, generalmente una proteína de un agente invasor, como
puede ser un virus, una bacteria o, en este caso, la huntingtina mutante. Los
anticuerpos reconocen estos antígenos y disparan una respuesta inmunitaria que hace
que las defensas sean capaces de destruir este agente. Aunque en este proyecto
simplemente se emplearán estos nanobodies como vector marcador y el sistema
inmune de los pacientes no entrará en juego. Los nanoanticuerpos son alrededor de
diez veces menores que los anticuerpos del resto de mamíferos no camélidos y son
especialmente relevantes porque pueden ser empleados como fármacos y ser capaces
de penetrar mejor entre las células de un tejido. Además, son muy simples y fáciles de
manipular mediante ingeniería genética.
Si esta estrategia resulta exitosa, el próximo paso consistirá en buscar fuentes de
financiación adicionales para realizar las pruebas in vivo en gusanos nematodos
Caenorhabditis elegans y en ratones modelo de la EH. Esto permitirá validar esta
estrategia para llevar a cabo, en un futuro, un ensayo clínico empleando esta terapia
genética.
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