Coves de Santa Maira (Castell de Castells, la Marina Alta, Alacant).
Un equipo de investigación de la Universitat de València y el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha publicado un estudio que demuestra el uso de fibras
vegetales durante el Paleolítico final en las cuevas de Santa Maira (Castell de Castells,
Alicante). Se trata de fragmentos de cuerda trenzada y de improntas de cestería sobre
arcilla. La cuerda ha proporcionado la datación directa más antigua de Europa para un
objeto fabricado sobre fibras trenzadas: 12.700 años antes del presente. En el mismo
trabajo, publicado en la revista Vegetation History and Archaeobotany, también se han
dado a conocer las primeras evidencias sobre el uso de contenedores fabricados a partir
de cestos recubiertos de arcilla.
El trabajo ha analizado tanto la especie utilizada para obtener cuerdas trenzadas, su
tratamiento y preparación, como su uso para fabricar artefactos más complejos como
cestas y contenedores. Los datos etnológicos señalan que estos materiales han sido
utilizados ampliamente entre las sociedades históricas, pero se desconoce en gran
medida su uso en la Prehistoria.
“Es una aportación importante al conocimiento del uso de materiales perecederos entre
las sociedades cazadoras-recolectoras-pescadoras del Paleolítico europeo”, según J.
Emili Aura, catedrático del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua
de la Universitat de València.
La conservación de fibras vegetales de esta antigüedad requiere de unas condiciones de
preservación particulares. También la de los fragmentos de arcilla con improntas de
cestos, cuya exposición al fuego ha posibilitado su conservación. Se trata de contenedores cuya antigüedad supera en 5.000 años la de las primeras cerámicas
neolíticas del Mediterráneo occidental.
El análisis de las fibras vegetales ha permitido identificar los restos como pertenecientes
a una monocotiledónea, probablemente del grupo de las gramíneas y muy similar al
esparto. Sus hojas fueron trenzadas para fabricar cuerdas con las que se pudieron
elaborar un gran número de artefactos y usos diversos.
El director del proyecto de excavaciones, J. Emili Aura, señala que los datos de Santa
Maira permiten empezar a corregir un gran sesgo. Pensar que sólo los materiales que se
conservan mejor, como la piedra, el hueso o la concha, fueron los más usados es un
error. Estas evidencias demuestran que otros materiales y técnicas debieron tener un
uso amplio y aplicaciones diversas: cestas, mochilas o calzado.
Este sesgo también afecta a la importancia atribuida a estas técnicas durante el
Paleolítico. “Lo mismo ocurre con el carácter de esta actividad de trenzar cuerda y sus
posibles autores. Se conoce que en sociedades históricas fue una tarea estacional
desarrollada en gran medida por mujeres”.
Los materiales analizados indican la fabricación de diversos objetos de cestería mediante
cuerdas, sin descartar la posible elaboración de tejidos. Los fragmentos de barro con
improntas permiten plantear la hipótesis de que se trata de cestos que fueron
recubiertos con barro, que pudieron ser utilizados para la conservación de líquidos o
para la cocción. Su descubrimiento abre un buen número de cuestiones y preguntas.
Cuerdas y contenedores son relacionados con el resto de técnicas y materiales
encontradas en el yacimiento, con la paleoeconomía de estos grupos y sus sistemas de
asentamientos.
El equipo investigador está formado por J. Emili Aura; Yolanda Carrión, investigadora
Ramón y Cajal; Guillem Pérez, investigador del CSIC y la Universitat de València; Carles
Miret y C. Carlos Verdasco; investigadores formados en la Universitat de València.
También Jesús F. Jordá, profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia
(UNED) y Joan R. Seguí, investigador del Museo Valenciano de Etnología.
La investigación se ha realizado dentro de un proyecto financiado por la Conselleria de
Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital de la Generalitat Valenciana
(Proyecto AICO 2018-125).
Aura Tortosa, J., Pérez-Jordà, G., Carrión Marco, y. et al. Cordage, basketry and containers
at the Pleistocene–Holocene boundary in southwest Europe. Evidence from Coves de
Santa Maira (Valencian region, Spain). Veget Hist Archaeobot (2019).
https://doi.org/10.1007/s00334-019-00758-x

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