El Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro mixto del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València, recibió el pasado sábado,
4 de marzo, la visita de 50 jóvenes del proyecto ESTALMAT (Estímulo del Talento
Matemático). Los investigadores del IFIC trabajan en el campo de la física de partículas
y en física nuclear y astropartículas, tanto en su aspecto teórico como experimental, en
colaboración con otros laboratorios internacionales de investigación como el CERN.
La jornada comenzó con una presentación a cargo de Alberto Aparici, responsable de
Divulgación del IFIC, sobre física cuántica. A continuación, los estudiantes pudieron
detectar partículas mediante un dispositivo conocido como cámara de niebla. También
fueron testigos de la vinculación del IFIC con el LHC, el Gran Colisionador de Hadrones
ubicado en el CERN cerca de Ginebra, y pudieron contemplar una maqueta del
detector ATLAS hecha con figuras de LEGO. Por último, los jóvenes del proyecto
ESTALMAT visitaron el laboratorio del telescopio ANTARES, un telescopio submarino
de neutrinos ubicado a 2.500 m de profundidad y a unos 40 km de la costa de Toulon
(Francia), que consiste en una red tridimensional de cerca de 900 sensores ópticos que
se emplea para obtener información complementaria sobre el Universo y las leyes
fundamentales que lo regentan.
José Pío Beltrán, coordinador institucional del CSIC en la Comunidad Valenciana,
explica que “el objetivo de esta iniciativa es poner en contacto la excelencia del IFIC
con la excelencia de los jóvenes del programa ESTALMAT”, un proyecto desarrollado
para la detección y tratamiento del talento matemático precoz en niños de entre 12 y
14 años. “El programa no va dirigido a carreras de matemáticas en exclusiva, sino de
ciencias en general. Son chicos y chicas ávidos de ciencia, por lo que la visita a un
centro exclusivo de investigación puede abrirles, de primera mano, puertas a la ciencia
de calidad”, comenta el coordinador del proyecto en la Comunidad Valenciana, Rafael
Crespo. “Este año estamos celebrando, además, el décimo aniversario del proyecto
ESTALMAT en la Comunidad Valenciana”, añade Crespo.
Los orígenes de ESTALMAT se remontan a 1998, cuando la Real Academia de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales fue consciente de que, en la comunidad escolar de
cualquier provincia, había chicos con un talento especial para las matemáticas. Este
talento, que podía pasar inadvertido durante los años escolares, podía provocar que
algunos de estos muchachos se viesen abocados al fracaso y a la inadaptación por
aburrimiento. Fue entonces cuando se pensó en la idea de encontrar algún modo de
atender su buena disposición hacia las matemáticas, con un doble objetivo: por un
lado, lograr la satisfacción de estos chicos, y por otro, fomentar la vocación
investigadora de cara al avance científico y tecnológico.
Tras valorar diversas formas de actuación sobre estos alumnos, el modelo que
finalmente adoptó la Real Academia consistió, a grandes rasgos, en seleccionar cada
año un grupo de alumnos de entre 12 y 13 años (a esta edad es cuando comienza el
razonamiento formal) para trabajar, estimular y orientar su particular talento
mediante tres horas semanales de intervención a lo largo de dos años, los
correspondientes a 1º y 2º de la ESO. En 3º y 4º continúa la intervención, pero se
reduce su frecuencia: 3 horas cada mes. Modelos similares comenzaron funcionando
en Baltimore y Hamburgo y, en la actualidad, se desarrollan en nueve comunidades
autónomas.
El objetivo de esta visita es despertar en estos jóvenes, especialmente dotados, la
vocación científica y ayudarles a valorar su talento, porque las matemáticas son el
lenguaje de la ciencia.