Richard Morris, director de la Cátedra en Neurobiología “Remedios Caro Almela” en el
Instituto de Neurociencias, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández (UMH), ha sido elegido uno de los
26 nuevos miembros no residentes en Estados Unidos que se unen a la Academia de
Ciencias. En la actualidad, la institución cuenta con 2.400 miembros, más 500
miembros internacionales. Aproximadamente, 190 de sus académicos han recibido el
Premio Nobel.
La veterana institución, fundada en 1863, proporciona asesoramiento independiente y
objetivo al Gobierno de Estados Unidos sobre asuntos relacionados con la ciencia y la
tecnología. Elige a sus miembros por sus contribuciones sobresalientes y continuas a la
investigación. Se considera uno de los más altos honores que un científico puede
recibir.
Trayectoria
El profesor Morris destaca por su prestigiosa carrera como neurocientífico,
desarrollada en el Centro de Sistemas Cognitivos y Neurales de Edimburgo, del que fue
director. Desde 2013 dirige la Cátedra en Neurobiología “Remedios Caro Almela” del
Instituto de Neurociencias (IN, CSIC-UMH).
Richard Morris ha realizado innumerables contribuciones a la neurobiología del
aprendizaje y la memoria. Algunos de sus principales logros científicos incluyen el
desarrollo del laberinto acuático para roedores, hoy utilizado en todo el mundo y
conocido como Morris Water Maze; el descubrimiento del papel de los receptores de
NMDA en el aprendizaje y la memoria; el desarrollo de la hipótesis de marcaje y
captura sináptica o el desarrollo traslacional de paradigmas relacionados con la edad y
la enfermedad para investigar cambios en la memoria en modelos animales de la
enfermedad de Alzheimer.
Sus investigaciones sobre la memoria le hicieron merecedor en 2016 del Premio Brain,
otorgado por la Fundación Lundbeck a científicos que han destacado por su
contribución a la neurociencia. El Premio Brain reconoció la labor del profesor Morris,
junto con Tim Bliss (Instituto Francis Crick) y Graham Collingridge (Universidad de
Bristol) en el descubrimiento de la forma en que la estimulación fortalece las
conexiones sinápticas en el hipocampo, un proceso conocido como potenciación a
largo plazo (LTP) que es fundamental para aprender y recordar.
Autor de más de 500 artículos científicos, muchos de ellos en revistas de gran impacto,
el principal interés de la investigación desarrollada por el profesor Morris se centra en
la neurobiología del aprendizaje y la memoria, y específicamente en averiguar si la
memoria depende de la "plasticidad" del cerebro. Para ello desarrolla y utiliza
protocolos de comportamiento analíticamente potentes, como el “campo de eventos”,
junto con herramientas neurofarmacológicas, optogenéticas y de ingeniería molecular.
Es coautor de El libro del hipocampo (The Hippocampus Book, Oxford Neuroscience
Series) que reúne las contribuciones de los principales científicos internacionales en la
anatomía, fisiología y función del hipocampo, una estructura del cerebro fundamental
para la formación y mantenimiento de la memoria.
Sobre la Cátedra “Remedios Caro Almela”
En el año 2000, la familia Martínez-Caro, en colaboración con el Instituto de
Neurociencias, patrocinó en el ámbito de la Universidad Miguel Hernández la Cátedra
de Neurobiología del Desarrollo “Profesora Remedios Caro Almela” con la intención de
conservar la memoria de un ser querido y ofrecer el ejemplo de su vida, dedicada a
educar a sus hijos y al ejercicio como profesora de Arte e Historia.
La Cátedra, renombrada Cátedra de Neurobiología “Remedios Caro Almela”, otorga
bienalmente el premio internacional “Remedios Caro Almela”, que ha distinguido a
científicos europeos de primera fila. También financia el ciclo de debate “Cerebro y
Sociedad”, en el que se discuten públicamente las repercusiones sociales que tiene el
cada vez mayor conocimiento de las bases biológicas de la conducta humana aportado
por la investigación neurocientífica.

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