Investigar la reproducción, la nutrición y las enfermedades de especies como la lubina
y la dorada y estudiar qué genes, hormonas y factores regulan estos procesos es uno
de los objetivos del Instituto de Acuicultura “Torre de la Sal”, un centro del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) situado en Castellón. Se trata del único
instituto del CSIC dedicado íntegramente al estudio de la acuicultura marina y su
misión es mejorar sus diferentes procesos sin olvidar la sostenibilidad.
España es -según el informe La acuicultura en España 2015 elaborado por la Asociación
Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España, que recoge los datos de
2013- el tercer país de la UE con mayor producción de pescado de acuicultura, tanto
en peso con 58.661 toneladas, como en valor con casi 304 millones de euros,
precedida tan solo por Reino Unido y Grecia. La producción total de la acuicultura
española en 2013 fue de 223.709 toneladas. Cuando se considera el valor de lo
producido, ocupa la quinta posición con 408,35 millones de euros (10,2%), por detrás
de Reino Unido con 802,7 (20% del valor total), Francia con 713,5 millones de euros
(17,8%), Grecia con 681,6 millones de euros (el 17%) e Italia con 418, 28 millones
(10,4%).
Las investigaciones sobre la lubina y dorada que se llevan a cabo en el Instituto de
Acuicultura “Torre de la Sal” han permitido que estas especies sean usadas como
modelo para el estudio de la reproducción y nutrición de otras especies de interés en
acuicultura. “El trabajo realizado en el instituto se articula en diferentes ramas
interconectadas, entre las que destacamos el estudio de la reproducción y el desarrollo
larvario, la nutrición y el crecimiento, las enfermedades y la caracterización genética
de las especies de cultivo”, explica José Miguel Cerdá, director del instituto.
Hitos destacados
Actualmente conviven en el centro, integrado por 50 personas, 12 de ellas
investigadores del CSIC, grupos centrados en el estudio de la reproducción y
diversificación de peces, nutrición y crecimiento, patologías, especies auxiliares en
acuicultura, larvicultura y ecotoxicología y biología de los moluscos y caracterización
genética de sus poblaciones. Además, este centro del CSIC profundiza en otros asuntos
relacionados con la acuicultura, como la pigmentación de las especies de cultivo.
Reproducción
Los científicos han desarrollado distintas herramientas para el control de la madurez
sexual y del ciclo reproductor de la lubina, así como de otras especies de peces
marinos. Entre estos métodos, destaca la manipulación de las horas de luz o la
temperatura para retrasar la pubertad en los machos y minimizar con ello la
precocidad sexual. “También es posible manipular el ciclo reproductor para
proporcionar alevines de calidad en cualquier época del año o variar las proporciones
de sexo. Estos estudios permiten desarrollar protocolos de manejo de los
reproductores en acuicultura y realizar estudios sobre el efecto del cambio climático
en la fecundidad y reproducción de peces en el medio natural”, explica el director.
En el campo de la diversificación, destacan las investigaciones sobre la reproducción
del lenguado, contribuyendo significativamente al desarrollo de la acuicultura de esta
especie. La transferencia tecnológica a la industria ha permitido su consolidación y la
implantación de empresas dedicadas al cultivo de lenguado en varios países europeos.
Nutrición y crecimiento
En pro de la sostenibilidad de los cultivos, los científicos del instituto han contribuido a
definir nuevas formulaciones para piensos de engorde de dorada y lubina basadas en materias primas alternativas, fundamentalmente vegetales de origen terrestre.
También estudian la seguridad alimentaria mediante la monitorización de posibles
biocontaminantes en los productos de cultivo. Asimismo, han caracterizado genes
clave en la regulación del crecimiento, la eficiencia de la alimentación y la
pigmentación de peces.
Cultivo de moluscos
Los investigadores han descubierto que la almeja fina (Ruditapes decussatus) está
constituida por tres razas genéticamente diferentes y se están caracterizando
marcadores genéticos de crecimiento para mejorar la efectividad de la producción.
Por otro lado, investigadores del Instituto de Acuicultura “Torre de la Sal”, en
colaboración con otro equipo de científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales
del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid, trabajan en la conservación de la
lapa ferrugínea (Patella ferruginea), una especie en peligro de extinción que habita las
costas del sur del Mediterráneo. Los científicos han conseguido la reproducción en
cautividad de esta especie. “Este logro abre una vía hacia la repoblación de zonas
antiguamente habitadas por la especie”, destaca Cerdá.
Enfermedades de peces
Los científicos de este instituto castellonense han conseguido describir 18 especies
nuevas de parásitos de peces. También han logrado avances en la definición de los
factores de riesgo de determinadas enfermedades parasitarias que afectan a las
especies en acuicultura. Asimismo, en concreto, han desarrollado métodos de
diagnóstico temprano para diversos parásitos y caracterizado la respuesta inmunitaria
de la dorada y el rodaballo ante los parásitos intestinales.
Cultivo larvario
Las larvas del crustáceo Artemia, el principal alimento de las crías de peces de
acuicultura, son estudiadas en el instituto, que actualmente dispone de una de las
colecciones más completas de este crustáceo a nivel mundial. Los investigadores han
caracterizado el valor nutricional de Artemia y de otras especies vivas. Además, la
importancia de este crustáceo reside en que puede abrir la puerta al desarrollo de
biomarcadores de exposición a ciertos tóxicos en acuicultura, así como servir de
vehículo de sustancias nutritivas y profilácticas.