Un equipo de investigación del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal, centro del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha comprobado que la selección
genética en la dorada, una de las especies más utilizadas para su cría en el Mediterráneo,
afecta a su microbiota intestinal y a la resistencia a enfermedades. El estudio, publicado
en una de las revistas de mayor impacto en Microbiología, Microbiome, muestra que las
doradas seleccionadas por su alto crecimiento tienen también mayor resistencia a un
parásito intestinal y una microbiota más flexible, lo que les permite adaptarse mejor a
cambios de la dieta. Esto abre la puerta a la utilización de nuevos piensos de bajo
contenido en harinas y aceites de pescado.
Al igual que en los humanos, la microbiota intestinal, el conjunto de bacterias que viven
en el intestino, cumple múltiples funciones en los peces: facilita la digestión, es una
fuente de vitaminas y otros nutrientes esenciales, y sirve para entrenar al sistema
inmunitario, por lo que tiene un efecto directo sobre la salud y la resistencia a
enfermedades. La microbiota intestinal en los peces se ve afectada por numerosos
factores como la edad, la calidad del agua, la genética o la dieta.
En las poblaciones en cultivo de dorada existe una notable variabilidad genética, fruto
de una práctica habitual en la acuicultura: la selección genética. Utilizando familias de
doradas seleccionadas por su alto y bajo crecimiento durante varias generaciones, y
alimentándolas con dietas de diversa composición, los científicos del IATS-CSIC han
demostrado que la variabilidad genética afecta a la microbiota intestinal de la dorada.
Es la primera vez que esto se comprueba en peces.
Los científicos de los grupos de Nutrigenómica y Endocrinología del crecimiento de
peces y de Patología de peces del centro del CSIC con sede en Castellón investigan el uso
de la microbiota intestinal para evaluar el bienestar y el estado nutricional de peces
alimentados con formulaciones de piensos alternativas y más sostenibles. El objetivo es
que un pez carnívoro como la dorada pueda crecer con dietas con niveles bajos en
harinas y aceites de pescado sin detrimento del crecimiento, conversión del alimento y
otros rasgos de interés productivo y de salud.
Así, el trabajo publicado en Microbiome muestra que las familias de doradas de alto
crecimiento tienen una microbiota más flexible, capaz de adaptarse mejor a los cambios
de dieta. Los cambios producidos por dietas con alto contenido en ingredientes
vegetales fueron menos evidentes en las familias de alto crecimiento que, a su vez
también mostraron una mayor resistencia a un parásito intestinal, Enteromyxum leei,
que afecta especialmente al cultivo de esta especie.
Jaume Pérez Sánchez, investigador principal del CSIC en el proyecto europeo
AquaIMPACT (H2020), dentro del cual se ha realizado este trabajo, indica que “desde un
visto práctico, este estudio puede contribuir notablemente a mejorar las actuales
formulaciones de piensos y los programas de selección genética basados en dietas de
bajo contenido en harinas y aceites de pescado”.
Referencia:
M. Carla Piazzon, Fernando Naya-Català, Erick Perera, Oswaldo Palenzuela, Ariadna
Sitjà-Bobadilla & Jaume Pérez-Sánchez. Genetic selection for growth drives differences
in intestinal microbiota composition and parasite disease resistance in gilthead sea
bream. Microbiome volume 8, Article number: 168 (2020).
DOI: https://doi.org/10.1186/s40168-020-00922-w
Vídeo explicativo del estudio: https://youtu.be/NfKxd9VPIvI