Investigadores del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS) del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) han participado en un estudio que muestra cómo
varias especies de invertebrados poseen la capacidad de sintetizar ácidos grasos omega
3 de cadena larga, una capacidad que se creía casi exclusiva de microbios marinos. Los
resultados del trabajo aparecen publicados en la revista Science Advances.
Los ecosistemas marinos son responsables de prácticamente toda la producción de
ácidos grasos omega 3 de cadena larga, que son unos nutrientes esenciales para el
desarrollo neuronal y el control de los procesos inflamatorios de los vertebrados,
además de resultar beneficiosos en varias patologías y trastornos humanos. Cada vez
hay más demanda de aceites ricos en omega 3 de cadena larga, por lo que existe un gran
interés en explorar nuevas fuentes de producción. El dogma aceptado hasta ahora
establecía que sólo algunos microorganismos marinos, como las microalgas, son los
responsables de la producción natural de ácidos grasos omega 3, dado que tienen todos
los componentes enzimáticos necesarios para su síntesis; a diferencia de organismos
superiores como los peces, que los acumulan en sus tejidos a través de la dieta.
Óscar Monroig, científico del CSIC con incorporación inminente al IATS e investigador
principal del trabajo explica que “nuestro estudio proporciona un importante cambio de
paradigma, ya que demuestra que una gran variedad de animales invertebrados, entre
ellos corales, gusanos, moluscos y crustáceos, poseen un tipo de enzimas que les
permiten sintetizar ácidos grasos omega 3. Dado que los invertebrados son uno de los
principales componentes de la biomasa en los ecosistemas acuáticos, es probable que
su contribución a la producción global de ácidos grasos omega 3 sea significativa”.
“La biosíntesis de ácidos grasos omega 3 en la mayoría de los microbios acuáticos
requiere de un tipo concreto de enzimas llamadas desaturasas. Para este estudio
combinamos dos enfoques metodológicos: Primero, se realizó una búsqueda exhaustiva
de genes de desaturasa en 1450 bases de datos de secuencias genéticas, identificándose
con éxito 121 en invertebrados, la mayor parte especies acuáticas. En segundo lugar, se
estudió la función de las desaturasas descubiertas en variosinvertebrados y se demostró
que permitían que estos organismos produjeran ácidos grasos omega 3”, añade Juan
Carlos Navarro, también investigador del CSIC en el IATS.
“Nuestro estudio señala que el origen evolutivo de las desaturasas encontradas en
invertebrados es diverso, pero existen claras evidencias de que en algunos casos se han
adquirido a través de transferencia génica horizontal desde otros organismos”, concluye
Monroig.
Este trabajo se ha llevado a cabo en colaboración con la University of Stirling (Escocia),
la Universidade do Porto (Portugal), la University of St Andrews (Escocia), el Australian
Institute of Marine Science (Australia) y la Deakin University (Australia).
Naoki Kabeya, Miguel M. Fonseca, David E. K. Ferrier, Juan C. Navarro, Line K. Bay, David S.
Francis, Douglas R. Tocher, L. Filipe C. Castro y Óscar Monroig. Genes for de novo
biosynthesis of omega-3 polyunsaturated fatty acids are widespread in animals. DOI:
10.1126/sciadv.aar6849