Agrosensing, liderado por Gustavo Gómez en el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio, CSIC-UV), desarrollará dispositivos para detectar in situ señales tempranas de estrés en cultivos para mejorar la producción.
Un proyecto liderado desde el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València (UV), está entre los 10 seleccionados en el programa Impulsa-T del principal organismo público de investigación de España. Esta iniciativa busca promover la creación de Empresas Basadas en Conocimiento (EBC) o Spin-off del CSIC que desarrollen y comercialicen tecnologías e ideas de negocio generadas en los centros del CSIC. Impulsa-T forma parte de Converge, el hub de innovación abierta impulsado por la Vicepresidencia de Innovación y Transferencia, que actúa como punto de encuentro entre personas, ideas y recursos enfocados en hacer realidad proyectos innovadores.
Los 10 nuevos proyectos de EBC nacidos en el entorno científico responden a desafíos actuales, que abarcan desde la detección in situ de señales tempranas de estrés en cultivos para mejorar la producción hasta el desarrollo de tecnología robótica para localizar víctimas a distancia, o el ataque con nanomisiles biológicos contra el cáncer de ovario metastásico, uno de los tumores más letales.
Enfoque práctico y vocación de mercado
Los proyectos de potenciales EBC seleccionados por el programa Impulsa-T destacan por su enfoque práctico, su potencial transformador y su capacidad para convertir el conocimiento generado en los centros del CSIC en innovación aplicada con un impacto tangible. Aunque estas iniciativas emergen de disciplinas diversas, comparten una misma ambición, la de convertir la ciencia en soluciones concretas para la sociedad, con base en tecnologías desarrolladas en la institución y generando una nueva empresa spin-off del CSIC como instrumento de desarrollo e innovación.
El programa Impulsa-T ofrece a estos diez equipos una combinación de apoyo financiero (hasta 50.000 euros por proyecto) y acompañamiento técnico personalizado durante un año, que permitirá a cada proyecto avanzar en aspectos clave para su consolidación en el mercado, como el desarrollo de prototipos, la validación comercial, el análisis de mercado, la financiación o la configuración del equipo emprendedor.
Con esta nueva edición, el CSIC refuerza su apuesta por un modelo de transferencia que no solo traslada conocimiento al mercado, sino que también genera empleo cualificado, impulsa nuevas spin-offs y contribuye a una economía basada en la innovación.
Proyectos seleccionados
AgroSensing: Sistemas de diagnóstico para la agricultura. El sistema productivo agrario se halla inmerso en un contexto de grandes cambios económicos, sociales y medioambientales. Los productores deben adaptarse a una gestión más eficiente de sus cultivos, para lo cual precisan de herramientas tecnológicas económicamente viables. AgroSensing nace con el objetivo de “dotar a los agricultores de la capacidad para verificar, de forma rutinaria y a pie de parcela, la presencia de biomarcadores de alerta temprana del daño asociado al estrés biótico y/o abiótico en los cultivos, con el fin de asistirlos en la toma de decisiones para una gestión eficiente de la producción», resume Gustavo Gómez, investigador del I2SysBio que impulsa la iniciativa.
Para ello, su grupo de investigación desarrolló la tecnología PlantPredictor, un dispositivo de detección de RNAs relacionados con el estrés en plantas basado en microfluídica en papel que ha demostrado ser útil para la monitorización del estado fitosanitario de los cultivos, alertando de forma temprana del riesgo y permitiendo actuaciones precisas. Con el apoyo de la convocatoria IMPULSA-T, el equipo de AgroSensing abordará el perfeccionamiento de PlantPredictor y su introducción en el mercado, abriendo el camino a su adaptación hacia la siguiente generación de dispositivos electroquímicos autónomos, contribuyendo así a la digitalización de la agricultura.
Otros proyectos seleccionados en esta convocatoria son:
Allaus: Robótica para la localización de víctimas a distancia y rescates más rápidos que aumenta las posibilidades de supervivencia. Institut de Robòtica i Informàtica Industrial (IRII, CSIC-UPC). IP: Joan Solà.
Bristlechem: Transforma pelaje porcino en nanopartículas de zinc, plata o cobre, con aplicaciones en electrónica, cosmética, catálisis y descontaminación ambiental. Institut de Investigació Química (IIQ, CSIC-US). IP: Alessio Zuliani.
Clima Innova: Herramientas y servicios de datos para la gestión de riesgos climáticos. Estación Experimental de Aula Dei (EEAD-CSIC). IP: Borja Latorre.
CPS: Desarrollan un muestreador cerámico que detecta contaminantes en distintos tipos de agua, incluso en cantidades muy bajas, de forma simultánea. Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC). Silvia Lacorte
Diagnóstico rápido de infecciones: Test rápido para detectar en minutos infecciones respiratorias provocadas por los dos patógenos hospitalarios más problemáticos debido asu multirresistencia a antibióticos. Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC). IP: Mª Pilar Marco.
LignoEcoPack: Desarrollo de productos derivados de residuos agroforestales para reforzar envases. Instituto de Ciencias Forestales (ICIFOR-INIA-CSIC). IP: Nuria Gómez.
Mueve-T: Análisis de la marcha basado en sensores de movimiento que ofrecen una alternativa portátil, precisa y de bajo coste. Centro de Automática y Robótica (CAR, CSIC-UPM). IP: Antonio Ramón Jiménez.
Sublima2: Electrónica orgánica ecológica: sensores, pantallas y células solares. Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC). IP: Nuria Aliaga.
Tarmemet: Nanomisiles biológicos contra el cáncer de ovario metastásico. Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM, CSIC-UAM). IP: Mª Pilar Sandoval.
Con esta nueva edición de Impulsa-T, el CSIC reafirma su compromiso con una transferencia de conocimiento efectiva, sostenible y alineada con los retos actuales, que busca generar un impacto real y positivo en la sociedad. Estos primeros pasos hacia el mercado marcan el inicio de trayectorias empresariales con vocación transformadora y un claro anclaje en la investigación pública de excelencia.
El objetivo del proyecto es dotar a los agricultores de un sistema fácil de usar y económico para verificar, de forma rutinaria y a pie de parcela, la presencia de biomarcadores de alerta temprana del daño asociado al estrés biótico y/o abiótico en los cultivos, para así asistirlos en la toma de decisiones para una gestión eficiente de la producción. Créditos: Pixabay.