Adrián A. Díaz Faes, Paula Otero y Pablo D’Este, investigadores del Instituto de Gestión
de la Innovación y del Conocimiento (INGENIO), centro mixto del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), junto con
Müge Ozman, investigadora del Institut Mines-Telecom Business School (Francia), han
publicado un estudio en la revista PLOS ONE sobre el papel que desempeña el género
del personal investigador en la formación de redes de colaboración en el campo
biomédico.
El trabajo, cuyo objetivo es obtener avances en el conocimiento y en el desarrollo de
nuevas aplicaciones, se enmarca en el contexto de la investigación traslacional que
persigue mejorar la colaboración entre investigadores y actores que desarrollan su
actividad en distintos ámbitos profesionales (investigación básica, investigación clínica,
profesionales de la salud, asociaciones de pacientes y empresas, entre otros).
Las conclusiones del trabajo se han obtenido a partir de una encuesta realizada a los
4.758 investigadores e investigadoras pertenecientes a los Centros de Investigación
Biomédica en Red (CIBER). El artículo contribuye a expandir dos campos de investigación
complementarios: la investigación en redes de colaboración y el rol del género en el
contexto de la innovación y la investigación científica.
La investigación se ha centrado fundamentalmente en analizar la composición por
género de las redes de colaboración, sin profundizar en las características de los actores
con los que se establecen los vínculos. Este estudio propone incorporar la diversidad
profesional al análisis del papel del género en las redes de colaboración científica. La
biomedicina presenta una mayor paridad que otras disciplinas científicas y es un
contexto excelente para analizar las relaciones entre redes de colaboración y género.
Los resultados del análisis de las 897 respuestas al cuestionario muestran que las
mujeres son más proclives a crear redes de colaboración más diversas en términos del
ámbito profesional de sus contactos, y que ocupan con mayor frecuencia posiciones de
intermediación, en comparación con sus colegas masculinos. Es decir, las mujeres
acostumbran a crear vínculos con individuos de diferentes organizaciones y
comunidades profesionales y, en consecuencia, tienen una mayor probabilidad de
acceder a perspectivas de investigación más diversas y complementarias.
El grupo de investigación expone que los resultados son particularmente relevantes en
el contexto de las barreras a la participación de las mujeres en actividades de
investigación traslacional en biomedicina. A pesar de los importantes beneficios que la
formación de redes profesionalmente más diversas puede conllevar para el avance de
la investigación biomédica, el menor número de mujeres en puestos de toma de
decisiones, en posiciones de alto rango y su posición periférica en muchas áreas de
investigación, puede afectar negativamente a la integración y coordinación de redes de
colaboración heterogéneas.
Según indican en el estudio, los programas de políticas científicas deben tener en cuenta
este distinto desempeño en la formación de redes a la hora de fomentar la participación
de las mujeres en actividades de investigación traslacional.
Referencia:
Adrián A. Díaz-Faes, Paula Otero-Hermida, Müge Ozman, Pablo D’Este. (2020). Do women in
science form more diverse research networks than men? An analysis of Spanish
biomedical scientists. PLOS ONE. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0238229.
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